Estremece ver la última nota de Silvina Luna, un material inédito que difundieron en las últimas horas. A Silvina se la veía agotada, pero entera y esperanzada con el trasplante de riñón, dispuesta a luchar para salir adelante y vencer a la bacteria que hacía meses los médicos no podían desterrar de su cuerpo castigado.
A Silvina también se la veía agradecida, enfocada en su presente, en las pequeñas cosas de la vida, por la que lucharía durante los casi 80 días de internación que, al momento de grabar esa entrevista, eran imposibles de prever. Menos, su desenlace, la muerte, el 31 de agosto, cuando ya no hubo nada que hacer.
A mediados de mayo, Silvina Luna visitó a su amigo Ángel de Brito en LAM, y luego, a inicios de junio, antes de internarse en el Hospital Italiano, la actriz contó su caso en el podcast del productor Luciano Vilas, un compañero de meditación que le acercó este material al periodista Agustín Rey.
“Son los momentos previos al desbarranque de salud de Silvina Luna, cuando ella soñaba con seguir trabajando, produciendo, estando en el medio”, presentó Mariano Yezze en Estamos a tiempo (América), antes de transmitir tramos del podcast que no se difundió porque cuando estaba en edición, ella cayó internada.
LAS ÚLTIMAS DECLARACIONES PÚBLICAS DE SILVINA LUNA
¿Qué decía Silvina sobre su proceso? “Me pasó de que me puse bastante rígida y estructurada, y muy organizada. Y después, cuando empecé a conocerme, que es lo más maravilloso para mí, un camino de ida, me di cuenta de que esa organización la podía llevar con conciencia y con cosas que me nutren”.
“Podría ser desde lo físico, lo mental o lo espiritual, pero tenía que poner toda la energía ahí, y después cosas de la vida que te llevan sí o sí a estar en el presente; y hoy estoy en un proceso así. Y bueno, es el día a día”, avanzaba la rosarina por la que hoy se pide justicia y condena a Aníbal Lotocki.
Silvina hacía hincapié en los detalles que la mantenían a flote y la conectaban con su propósito: “Son cosas chiquitas, metas cortas, pero creo que a veces necesitamos pasar una situación difícil, pero para darnos cuenta de que somos de la impermanencia, somos finitos y que todo se puede terminar en cualquier momento”.