Podría decirse que Silvina Luna venía preparándose desde hacía años para luchar como lo está haciendo desde el 14 de junio, cuando ingresó a terapia intensiva del Hospital Italiano, presa de dolores tremendos y muy decaída de salud, con una falla generalizada que obligó a entubarla y con un cuadro todavía delicado.
Meses antes de quedar internada, Silvina había presentado su libro, Simple y consciente, en el que relata parte del calvario que vivió apenas se enteró de las consecuencias que tendría el haberse operado con Aníbal Lotocki, una mala praxis que le arruinó la salud.
Una pesadilla que, con el correr del tiempo, le dejó a la actriz un gran aprendizaje sobre el sentido de la vida, ya que, según indicó, desde ese momento empezó a valorar enormemente cada minuto por una simple razón: desde un principio, los médicos le dieron a entender que no era mucho el tiempo que le quedaba.
“El primer médico que me trató me preguntó qué era lo que más me gustaba en la vida y le contesté que la playa y el mar, y me dijo ‘Bueno, andá a disfrutarlo’”, escribió Silvina Luna en uno de los tramos de la obra en la que detalló cómo fue recibir el diagnóstico que lo cambió todo.
SILVINA LUNA CONTÓ CÓMO FUE EL DIA EN EL QUE LE DIERON EL DIAGNÓSTICO
“El día que me dieron el diagnóstico, subí a mi auto, en ese momento vivía en México, y todavía no puedo recordar qué pasó en esas dos horas después de que salí de la clínica. Me despertó de ese trance el llamado de una amiga preocupada porque yo no contestaba el teléfono”, contó.
“Creo que en esas dos horas me di cuenta de que no sabía quién era, qué hacía para mí, cómo nutría mi cuerpo, qué había hecho por los demás para la conciencia colectiva”, añadió. Luna explicó que recién ahí empezó a preguntarse sobre su vocación, su propósito y el sentido de su vida.
“Ahí comencé a aceptar todo. Creo que nunca había aceptado nada de lo que me pasaba en la vida”, indicó la ex Gran Hermano, que se sometió a todo tipo de intervenciones para intentar sacarse el metacrilato que le había inyectado Lotocki en los glúteos y que le provocó insoportables dolores.
“Fui a cirugía pero siempre se mantenía el pronóstico de que me quedaban pocos meses de vida. Creí eso y seguí creyéndolo. Creo que me queda un número ‘x’ de meses y así vivo”, señaló Silvina, en otro de los tramos que hoy estremecen especialmente.
