El caso del médico de los famoso Rubén Mühlberger con su detención domiciliaria, la investigación judicial y la clausura de la clínica protagoniza todos los medios de comunicación, de toda índole, no sólo los dedicados al espectáculo. La posibilidad de ejercicio ilegal y administración de medicinas vencidas engloba una gravedad extrema. En esa línea, se vivió un momento muy tenso en Intrusos, con la vinculación a Marcela Tauro, panelista del programa.
Claro que ya existía un antecedente, porque el martes Jorge Rial discutió al aire con Marcela, le suplicó que no diera información sin citar a la fuente. De hecho, eso parece que estimuló a la suspensión, dado que no participó del ciclo el miércoles ni el jueves, y en su reemplazo se sentó Débora D`Amato. Aunque en el canal exteriorizan que se trató de una ausencia pautada.
La cuestión es que el jueves, y como venían realizando en Intrusos, se produjo otro invitado al piso para profundizar en los mecanismos de Mühlberger. En este caso, el testimonio provino de la exempleada doméstica, Estela Olazar.
Dentro de la descripción de muchas cuestiones del trato del médico, Adrián Pallares le consultó a Estela sobre los famosos, si recibían una atención diferenciada. En ese momento, la exempleada describió: “Claro. Era especial para ellos. Iban Susana Giménez, Lilita Carrió, Moria Casán, Marcelo Polino. También iba Marcela Tauro, que ya lo conocía”.
Al escuchar el nombre de Tauro, tanto Rial, como Pallares y Lussich se quedaron atónitos, se produjo un silencio incómodo, debido al estupor o la dificultad de cómo reaccionar. Evidentemente, este caso seguirá entregando tela para cortar, profundidades en las que bucear.
Respecto a Tauro, ya había reconocido que se atendía en la clínica y que sabía de algunos manejos. Habrá que esperar su versión de los hechos en la que la involucraron.
