Radiante, feliz y rebosante. Mica Viciconte atraviesa probablemente el mejor estadío de su vida, porque el embarazo la elevó a un semblante maravilloso, de pura alegría y de felicidad absoluta. Así nada por esta actualidad brillante.
Claro, la confirmación de este paso enorme en la pareja que configura con Fabián Cubero significa cumplir un sueño, un anhelo grandilocuente: formar su propia familia. Con su pancita de cinco meses, la ex Combate disfruta a pleno de esta realidad.
Mica y Poroto armaron las valijas para viajar a Buzios, donde recibieron la Navidad y se desconectaron de la rutina en compañía de los seres queridos del ex futbolistas y las tres hijas de Nicole Neumann. De hecho, la carga compulsiva de fotos con Indiana, Allegra y Sienna provocó un cortocircuito.
Nikita sintió la necesidad de pegar el grito en el cielo, de transmitirle su indignación por los posteos incesantes de Viciconte con sus hijas y la llamó para cantarle las cuarenta y solicitarle que no se extralimite en esa promoción de su embarazo a costa de sus pequeñas.
Lo cierto es que además del disgusto por esa discusión telefónica con Nicole, Mica sintió la necesidad de regresar a Buenos Aires por otro tema sensible. Sí, Viciconte contó en su Instagram que ansiaba enormemente reencontrarse con sus dos perras Aloha y Frida.
Con fotos de las preciosas peludas, Viciconte escribió los sentimientos que la atiborraron: "Falta poco para verlas". Así que sus mascotas también disponen de toda su atención, su amor y su dedicación.