Laurita Fernández entiende perfectamente las reglas del juego, esas aristas que se generan en torno a la fama, a la visibilidad y sobre todo alrededor de las parejas de celebridades. Ha transcurrido por varias situaciones de esa índole, en las que su figura quedó en el foco de la tormenta.
La bella bailarina comprende las secuelas de vivir un amor con una estrella, como le sucedió en todos estos años de pareja con Nicolás Cabré. Los paparazzis se cuelan en la intimidad, los medios investigan cada detalle y el público desea conocer más pormenores.
Con todo este expertise encima, Laurita detectó que no era conveniente para ella cumplir con el deseo de viajar a París en ese preciso momento. Claro, acababa de estallar el Wandagate, todo el mundo direccionaba la mirada a esa ciudad para analizar los movimientos de Mauro Icardi, Wanda Nara y la China Suárez.
Sí, Fernández tenía planificado una escapada a la capital francesa para visitar a su mejor amiga, radicada en esa urbe. Pero ante el revuelo mediático optó por dilatar el traslado y permaneció en Argentina. Increíble, pero real.
¿De dónde surgió todo esto? De la propia voz de Laurita, que en la edición del jueves de LAM se apersonó para despedirse del mítico ciclo, en el que ofició de conductora suplente. En ese contexto, Ángel de Brito le consultó: “¿Te vas de vacaciones o algo?”.
Así se produjo el momento irrisorio de la confesión de Laurita: “Está mi mejor amiga en París, me dije me voy para allá, pero…”. Justo intervino Ángel con la pregunta incisiva: “Mirá si caías en medio del Wandagate, era lo que te faltaba”. Por eso, Fernández profundizó: “Hubiese sido terrible, yo rogaba que Ángel no se enfermara para no hablar del tema”.
