Más allá del impacto y de la tristeza infinita de un país paralizado, de la cola interminable para despedirlo y de los millones que lo lloran en sus hogares, la muerte de Diego Maradona también genera dudas. Su familia, encabezada por dos de sus hijas, Gianinna y Dalma, desconfían de su último médico, Leopoldo Luque.
Los interrogantes y la incertidumbre comenzaron pocos días atrás, ya con el ídolo dado de alta tras atravesar una cirugía en su cerebro a consecuencia de un hematoma subdural. Sus hijas, Claudia Villafañe, y sus hermanas, se plantearon si fue conveniente y oportuna su intervención quirúrgica.
Y horas más tarde, después de varios debates internos, ni bien asomó el comienzo de semana, Gianinna, en representación de todos los que estuvieron de acuerdo con la decisión, se acercó hasta La Plata. El objetivo era claro y preciso: obtener la historia clínica de su padre.
Allí, en la Capital de la provincia de Buenos Aires, parte del equipo médico que supo tratar al delantero aseguró, en voz de un neurólogo, que “era una locura operarlo”, según lo que pudo averiguar Paparazzi. El profesional aseguró que “no había que hacerlo y que el diez se iba a recuperar”.
"Un neurólogo muy prestigioso de La Plata aseguró que `era una locura operarlo, que no lo iba a aguantar´" según lo que le contaron fuentes muy confiables a Paparazzi.
Incluso, el especialista agregó que si el papá de cinco hijos era expuesto a una intervención quirúrgica, “no lo iba a aguantar”, para graficar la importancia de evitar la operación.
Finalmente, a comienzos de mes, Maradona entró a quirófano con un equipo capitaneado por Luque. Y desde horas antes de la muerte de Diego, su entorno está tras los pasos de conseguir las pruebas que hablen de su concreto estado de salud y riesgo, antes y después de tamaño procedimiento.
Por lo pronto, los papeles que Gianinna fue a buscar ya los tiene en su poder y es de suponer que, en los próximos días, después de despedir los restos de su padre, ella y los suyos vuelvan sobre el tema que tantas dudas les generan.
