El jueves 1 de diciembre fue un día movido para los participantes de Gran Hermano, debían jugar por el presupuesto de la semana, pero todo terminó de la peor manera cuando ninguno pudo completar el reto. Ante esto, el primer apuntado por el Conejo fue Alfa, quien siempre tiene una excusa.
Los concursantes debían dividirse en grupo de 2, en donde debían acostarse en una cama y permanecer por un tiempo determinado. La idea era que ninguno se bajara, al menos que lo evitaran lo más posible. Como casi siempre suele pasar, el primero en tirar abajo las esperanzas de sus compañeros fue Walter Santiago.
"Hace más de tres o cuatro juegos que vengo bancándome de estar 24 horas parado como un cul... Estaba dele pedalear porque hay dos o tres que no hacen nada, Alfa que hace tres juegos que está golpeado y no hace nada.... Siempre tengo que poner el hombro por todos", reclamó Conejo.
Mientras tanto, Alfa estaba en la cocina, pero al escuchar lo que decía su compañero, rápidamente fue a la entrada de las habitaciones y dijo: "Para para para, yo hace tres juegos que estoy aportando. No me busqués, vamos a decir la verdad, ahora me tiraron. La pu... que te parió pelot...".
En un momento la conversación se volvió inentendible, ya que todos estaban hablando al mismo tiempo, por lo que Alexis se hartó de tanta bulla y gritó enfurecido: "Para la con... de tu hermana, hijo de pu... ¿quién te crees que sos?, chupame la pi...".
Luego Walter siguió quejándose y amenazó con irse, una vez más como hace todas las semanas, pero en esta ocasión, Agustín no se le quedó callado y le dijo que lo haga si tiene ganas. Frodo lo desafió aún más y le remarcó que no lo haría, ya que su estrategia es dar lástima y que para colmo, la estaba haciendo mal.