A pesar de que la China Suárez y Benjamín Vicuña viven en una casa idílica en un barrio cerrado, son hegemónicamente bellos, tienen hijos divinos y gozan de un sinfín de privilegios por su fama, como pareja tienen problemas y atraviesan sus mil y una crisis, como cualquier hijo del vecino.
Y, al parecer, los últimos cortocircuitos en la relación de Eugenia Suárez y el actor chileno tendrían como trasfondo las faraónicas (y carísimas) obras de refacción y acondicionamiento del nuevo hogar de la pareja y sus hijos. Una espectacular casa en Pilar que les está consumiendo mucha energía y, dicen, especialmente muchísimo dinero.
Sobre los rumores de crisis amorosa número un millón entre los actores estaban hablando en El Show de los escandalones cuando Rodrigo Lussich lanzó un filoso comentario sobre los amagues de casamiento que desde siempre anuncian y nunca concretan por diversos motivos.
“Hay una historia de una mala fama que él tiene y ella, que tiene un carácter espantoso; pero aparte están con el tema de las refacciones en la casa y él no pone la parte que le toca”, dijo Lussich, para abrir el debate con los panelistas del ciclo de los domingos en América, en el que señalaron que el chileno tendría su buena fama de “codito”.
“Recordemos que no están casados. Se comprometieron, pero nunca se casaron, aunque hubo rumores de un casamiento afuera, en Carmelo, pero lo fueron posponiendo por la pandemia”, recapituló el uruguayo, y remató, con mucho filo: “¡Siempre la culpa es de la pandemia!”.
¿Y cómo reaccionan los protagonistas de esta historia, mientras las versiones de crisis se multiplican? Mientras el actor hace oídos sordos al asunto, la China compartió en las últimas horas fotos haciendo pilates y montada a caballo, contenido random… ¡y que digan lo que quieran!