Atolondrado, risueño y muy desprolijo. Gino continúa exhibiendo su personalidad volátil en Bake Off, esa que se caracteriza por la liviandad, por la intencionalidad de bromear todo el tiempo y que le suele generar problemas para sus preparaciones.
El cordobés volvió a mostrarse apurado, al filo del tiempo para culminar su torta y en ese sprint final cayó en una actitud de poco compañerismo, que originó una pelea, un tenso cruce con Emiliano. Así saltaron unos chispazos que encendieron la carpa del reality de pastelería.
En la gala del lunes, el jurado lanzó un desafío muy complejo, que se vinculaba con construir postres veganos, es decir, sin utilizar ningún producto lácteo, tan imprescindibles en esta gastronomía, ni tampoco huevos, nada que derive del reino animal.
El ingenio tuvo que florecer entre los participantes para ingeniarse un mecanismo para suplantar estos ingredientes. Claro que eso los sumió en un escenario nuevo, que no suelen transitar y provocó reacciones de nerviosismo, de incertidumbre y de apremios.
En esa atmósfera, el temperamento de Gino implosionó, justo en un hombre de campo como él, y lo empujó a un accionar incómodo con sus pares. Con el reloj como enemigo, el cordobés no tenía resuelto su plato y salió corriendo por toda la carpa pidiendo crema de coco.
En esa carrera furiosa, intempestiva, Emiliano sintió que lo desconcentraba y atentaba contra su trabajo. Por eso gritó: “Dejá de boludear. ¿No podés estar en tu estación cocinando en vez de revoloteando por toda la carpa?”. Al unísono que Kalia le espetó: “¡Controlate!”.
El aire se cortaba con un cuchillo por esa reacción de Gino, que se excusó: “Qué disperso que soy. Tengo que ordenarme”. Con la soga al cuello, el joven recibió la ayuda de Kalia, que lo guió con las últimas preparaciones al punto que consiguió una excelente devolución del jurado con su brownie vegano.