La partida de Gustavo Martínez de este plano generó conmoción, por lo repentino y lo inesperado, pero también por el modo, con esa decisión muy profunda y compleja de arrojarse al vacío de un piso tan alto de un edificio. Así como por todo lo que significa Ricardo Fort.
Las primeras repercusiones de este caso se centraron en las reacciones de Martita y Felipe Fort, quienes lejos de dedicarles hermosos mensajes a la persona que los cuidó durante nueve años, le destinaron palabras algo hirientes y dolorosas.
Además se abrió todo un campo de investigación del entramado familiar, el rol de Eduardo Fort en el cuidado de los adolescentes, incluso hasta la realidad financiera de Gustavo, que muchos de sus allegados describieron como muy complicada y sin apoyo del clan chocolatero.
En ese raid también brotó a la luz la determinación de designar, rápidamente, como nuevo tutor de los hijos de Ricky al abogado César Carozza, que inmediatamente ejecutó la familia. Un rol que se estima solo desempeñará por estos escasos días hasta que cumplan 18 años.
En ese contexto, surgió a la luz una crítica filosa de Ángel de Brito, quien focalizó en el origen de este accionar de otorgarle la función al letrado. Con un mensaje picante en su cuenta de Twitter, el famoso conductor dejó un paño de misterio.
Ángel saltó a su perfil de la red social para postear una serie de concepciones peculiares, que activan una lectura oscura en todo esto. “¿Por qué el tutor es un abogado? ¿Por qué el tutor no es un familiar? Investiguen, se sorprenderán con las respuestas”, publicó el ex líder LAM.
Carozza solo se limitó a explicar, de manera escueta, esta designación: "La tutela de los chicos está a mi cargo hasta que cumplan la mayoría de edad". Mientras que Eduardo también intentó quitarle peso a la cuestión y sostuvo: “La tutela a mi cargo es por una cuestión técnica y práctica y yo acepté el cargo”.