A corazón abierto, contando lo que fue su cruda realidad después de conocer la cima del éxito y de la popularidad por Mambrú, Germán Tripel confesó los problemas de adicciones a los que se enfrentó. Integrante de una de las bandas pop que supo llenar teatros, enloquecía a todas las chicas y los integrantes del grupo musical casi no podían salir a la calle, terminado el furor la historia fue distinta.
Las luces se apagaron y Germán se encontró con una vida que se fue transformando en algo peligroso al punto en que pensó en suicidarse. Fue en Seres Libres, el programa de Gastón Pauls en Crónica, que lo confesó, semanas después de que Laurita Fernández cuente, públicamente, que ella lo contrató para que esté en su fiesta de 15 años.
“Psicológicamente fue un golpe muy fuerte; fue una caída muy fuerte para un chico de 23 años que te suban así y que estén todos para decirte ‘sí, está buenísimo’, y de repente que se baje, que te caigas, y que nadie esté para acompañarte, salvo la familia, que por suerte estaba”, compartió Tripa.
Y luego lo llevó a terminar inmerso en las adicciones, un camino difícil con el que tuvo que luchar y mucho para salir adelante. “Salía todos los días, consumía drogas, tomaba mucho alcohol y llegué a pensar en suicidarme. Ahí perdí los estribos, me deprimí un año, me mudé de vuelta con mis viejos. Estaba todo el día tirado; para lo único que me levantaba era para ir a entrenar, que era como lo único que me desconectaba de esa sensación”, reconoció Germán.
“Tomé LSD, aspiré cocaína. Le robaba a mi vieja, mezclaba cosas con el alcohol y de repente tener estos picos de éxtasis y después de querer matar a todo el mundo o matarme yo”, contó Tripa que es papá de una nena junto a la artista Flor Otero, que supo revelar sus conflictos con la maternidad.
“En la depresión no sabés quién sos, y terminé siendo un esclavo de mi propio juicio de valor. Cuando pasaba por el puente de River, en la Avenida Lugones, hasta la curva cerraba los ojos y que pasara lo que tenía que pasar; tipo tres de la mañana, cuando ya no había mucha gente, un inconsciente total”, recordó Germán.
