Los que siguieron de cerca el discurso de Alberto Fernández en el día de asunción como mandatario lo habrán notado claramente. Para el presidente fue contundente y dedicó varios párrafos de su alocución para referirse a la justicia, que según su parecer viene trabajando bajo el ala de operadores que quieren “judicializar cada conflicto para eliminar al adversario de turno”.
No se trata de frivolizar el contexto, pero la impresión es que el disconformismo con las decisiones de algunos jueces también existe en otros ámbitos, ajenos por completos al poder y a las contiendas políticas. El que salió a manifestar su desacuerdo con el comportamiento de un tribunal fue Flavio Mendoza, quien, por supuesto, nada tiene que ver con el mundo en que se confrontan casi diariamente la Casa Rosada y Comodoro Py.
El coreógrafo se quejó por advertir que Javier Bazterrica, más conocido mediáticamente como el “Gigoló”, recibió una condena de “prisión en suspenso” y, por lo tanto, por el momento no irá a la cárcel.
“Es una vergüenza que no lo hayan metido preso”, disparó el actual integrante del VAR en el Súper Bailando, quien a modo de consuelo prefirió no dejar de mirar el lado positivo de la sentencia: “Al menos se hizo un poco de justicia”, se resigno.
Bazterrica fue acusado de haber estafado a mínimamente cinco mujeres entre 2010 y 2015, entre ellas, a la hermana de Flavio, de nombre Adriana. “El me hizo una denuncia a mí pero por mi hermana entrego una pierna. Y lo haría de vuelta porque por la gente que amo haría cualquier cosa”, aseguró el creador de Stravaganza, para más tarde señalar que de ahora en más evitará seguir hablando del tema “el que se involucra con esta persona es porque no tiene dos dedos de frente, porque la condena social ya la tiene”.
Más allá de que Alberto Fernández y Flavio Mendoza se manejan en terreno distintos, la ley, dicen, es pareja para todos. Y por sus dichos, ninguno de los dos está conforme últimamente con los fallos.
