A días de la polémica suscitada por la broma de Lola Latorre sobre sus temblores, Nacha Guevara volvió a quedar envuelta en un conflicto mediático debido al cruce con Mariana Brey durante una entrevista con Los Ángeles de la Mañana.
Tiempo atrás, Moria Casán había contado en el programa que se había distanciado de su colega a raíz de una pelea que habían tenido mientras compartían escenario en la obra La gran depresión. Una breve discusión entre ellas en el Cantando hizo resurgir el tema y Ángel de Brito le preguntó cómo estaba la relación con Moria.
“Estamos sentadas muy lejos, eso parece una boludez, pero no lo es. Encima, estamos con tres vidrios de por medio. Igual, yo me inclino a veces y ella también y nos entendemos con la mirada, comentamos sin comentar. Pero no es lo mismo. En los Bailando yo siempre estuve al lado de ella, y me daba la mano”, explicó, Nacha, dando a entender que estaba todo bien.
“No, no entro en eso. Vos siempre querés ir a esos lugares, pero yo estoy desayunando, feliz en la mañana. No voy a contestar eso porque no me interesa”, le respondió Nacha a Mariana Brey.
Y agregó: “Ella tiene que estar muy contenta porque todo eso que dice de que ya no le importa nada, que no le importan las cosas, que puede superar tanto… Ella es una maestra y creo que aprendí bastante de ella. Le estoy muy agradecida y la quiero”.
Incluso, Nacha dijo que le gustaría reencontrarse con Moria cuando pase la pandemia. En ese momento, Mariana Brey le pidió profundizar sobre el conflicto que provocó su alejamiento. “¿Qué fue lo que pasó en la obra de teatro que hicieron juntas? Porque Moria habla de una traición, algo que pasó en escena y que estaba relacionado con un arma...”, indagó.
La pregunta desató la furia de Nacha, quien de inmediato le respondió: “No, no entro en eso. Vos siempre querés ir a esos lugares, pero yo estoy desayunando, feliz en la mañana. No voy a contestar eso porque no me interesa”.
Luego, la jurado expresó: “El chismerío se lo dejo a ustedes para cuando termine digan lo que quieran. Ahora digo yo lo que quiero”. Sin enojarse, Ángel recordó que tiempo atrás ella las había bautizado “las urracas” y reconoció: “Fue lo más tranquilo que nos dijeron”.