Benjamín Vicuña no quiere saber más nada con todo lo que tenga que ver o esté vinculado a la China Suárez, su ex pareja, de quien se separó el año pasado. Porque, en principio, la relación entre los actores terminó muy mal y a eso se le sumó el escándalo de que ella sea la tercera en discordia en el matrimonio de Wanda Nara y Mauro Icardi.
Y aunque el actor, a fines del 2021 rehizo su vida amorosa con Eli Sulichín, el "rencor" fue creciendo. Tal cual cuenta la prensa chilena, donde vive toda su familia y donde él nació, toda la familia está convencida de que María Eugenia "engañó" a Vicuña.
Ellos creen que le hizo comprar por una abultada suma en dólares una casa en la afueras de la Ciudad de Buenos Aires -la que la China está a punto de terminar de remodelar- para tener una propiedad a su nombre y un "techo" asegurado para Magnolia y Amancio, los hijos que tienen en común como así también para Rufina, la nena que Suárez tuvo con Nicolás Cabré.
Y que conseguido el logro del inmueble, la "ilusión" que ella le había generado a Benjamín con volver a ser una familia -venían de atravesar una profunda crisis que derivó en una de sus tantas separaciones-, María Eugenia decidió dar por terminada la relación.
Molesta con la situación, fue la mamá de Vicuña quien, en más de una oportunidad, le reclamó a su hijo que había pagado una casa para Suárez y que ella lo había dejado e, incluso, se puso al frente de una batalla judicial por la manutención de sus dos nietos, para que el chileno quede al margen de los desacuerdos monetarios.
Y ahora fue Benjamín quien decidió terminar de distanciarse del entorno de la China, con una acción que define la "mala onda" que se instaló con su ex y que incluye, también, a su familia. Vicuña optó por dejar de seguir en Instagram a Marcela Riveiro, quien fue su suegra durante seis años. "Ultimo momento. Benjamín Vicuña dejó de seguir en Instagram a la mamá de la China", anunció Estefi Berardi, a través de Twitter.