El mundo está en vilo por el comienzo de las acciones militares en la frontera que separa a Ucrania de Rusia. "¿Estará empezando la tercera guerra mundial?", es la pregunta que se hace todo el planeta. Y aunque la Argentina está a miles y miles de kilómetros de la zona de conflicto, aquí también se advierte cierta tensión por lo que pasa allí.
De repente, nombres como Kiev, Donestk, Crimea o Mar Caspio se volvieron de interés para todos los canales y para un público que quiere saber qué pasa y por qué se pelean. Los programas se llenaron de especialistas en geopolítica internacional: algunos explican las cosas de manera sencilla, y otros son un poco más complicados de entender.
Como sea, la cosa es más o menos así: si bien formaron parte de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), son vecinos y tienen mucho en común, Rusia y Ucrania siempre se miraron de reojo desde que pasaron a ser países independientes. Ucrania quiere asociarse a la Otán, histórica enemiga de Rusia, que le da gas a Europa a través de gasoductos que pasan por territorio ucraniano.
Elizabetta Piqué estaba al aire desde Kiev cuando empezó a sonar la alarma. En el estudio de La Nación+ arrancaron con los consejos, ella se cansó y grito "¡Pero este pelotudo!".
Esa mezcolanza de intereses geográficos, políticos y económicos provocó un conflicto creciente entre los dos países. Una parte de la población ucraniana se manifestó "prorusa", lo que generó ataques de grupos paramilitares "proucranianos". Aferrado al argumento de defender a esa población, el presidente ruso Vladimir Putin avanzó en su intento de invadir Ucrania. Difícil de comprender, sí.
La Nación+ cubre los sucesos con su corresponsal europea, la experimentada periodista Elisabetta Piqué, quien se trasladó hasta Kiev, la capital de Ucrania. Cuando ella estaba saliendo al aire en el programa de Fernando Carnota, empezó a sonar la sirena que anticipa posibles ataques de la poderosa y temible aviación rusa.
Quienes estaban en el estudio empezaron a darse consejos a la cronista. "Hacé esto, hacé lo otro, andá acá, andá allá, metete en un lugar, metete en el otro"... En un momento, Elisabetta Piqué pareció cansarse de las recomendaciones que le daban desde Buenos Aires y simplemente dijo "¡bueno, hasta luego!", y se fue. Pero se olvidó de apagar el micrófono y se le escuchó clarito decir "¡Pero este pelotudoooo!", frase que motivó a Carnota a decirle "bueno, Elizabetha, tranquila.....". Y sí, son lógicos los nervios en medio de semejante berenjenal.
