La causa de Marcelo Corazza sigue conmocionando al mundo del espectáculo. Pasó de ser el bueno de Gran Hermano a un monstruo, un vil delincuente. Por esto, LAM fue a buscar a la familia del implicado en una red de trata infantil para que lo defiendan o digan algo al menos.
El cronista se acercó a la casa del ganador de la primera edición del reality, en ese lugar se encontró a dos jóvenes, a quienes no se los pudo identificar con precisión sobre su vínculo con el productor, y le preguntó sobre la causa. No hubo respuesta, solo pasaron por al lado de la cámara, sin mirarla, e ingresaron rápidamente al domicilio.
Para seguir sumando testimonios, el notero del ciclo de Ángel de Brito se arrimó a su domicilio: "Acá llegan los familiares de Marcelo. Hola, ¿cómo estás? ¿Hay algo que quieran decir? Acá me voy a acercar a quien creo que es el hermano. Chicos, ¿cómo están? ¿quieren decir algo? Entran tranquilos, no quieren decir nada, está perfecto".
Más tarde, otro de los movileros de LAM se acercó al mismo lugar. Si bien no salió nadie, se pudo confirmar que las hermanas de Corazza estaban discutiendo como proseguir. Además, reveló que un vecino le contó la breve charla que tuvo con una de las hermanas. "Espero que no se haya mandado ninguna cag...", dijo.
MARCELO CORAZZA ROMPIÓ EL SILENCIO DESDE LA CARCEL
Luego de casi dos días de silencio y conmoción absoluto, Corazza se dignó a hablar para aclarar la situación que lo tiene preso: “Quiero decir que no tengo nada que ver con esto. Estoy pasando por el peor momento de mi vida. Desconozco a las personas que me nombraron”.
Eso no fue todo porque el reconocido productor continuó: “Tengo familia, un sobrino nieto, un ahijado de 13 años y me da asco todo lo que escuché. No puedo creer que puedan llegar a leer todo esto. Nunca en mi vida tuve una relación con un menor de edad. No se me ocurriría, por Dios”.
