El disgusto es evidente, no existe feeling, ningún tipo de conexión amistosa. Desde su ingreso tardío a la casa, Camila sufrió de los desplantes de las mujeres, sobre todo de Romina y Julieta, de quienes incluso reconoció que le ejecutan un vacío enorme.
La amiga de Alfa padeció en carne propia un comentario hiriente, de esos que laceran el alma, que aplastan el autoestima y que brotó de la boca de la ex diputada nacional. Una burla desagradable, agravada por el contexto, dado que se produjo en la mesa con todos los familiares presentes.
Una situación que no transcurrió inadvertida para los fanáticos de Gran Hermano y sobre todo que melló la piel de Camila y su hermana Florencia. En definitiva, la crítica de Romina se vivenció alrededor de la cena, cuando saltó de la nada y exclamó: “Bueno, ella ahora en un ratito toma la mediación, ¿viste?”.
La hermana de Camila saltó inmediatamente para defenderla, con una sutil frase para aplacar la mala intención de la ex legisladora y bramó: “Lo que pasa es que ella es así. Es su personalidad. Brilla”. Un momento de alta tensión, de incomodidad absoluta.
En la intimidad de una charla de hermanas, Florencia le explicó a la participante del reality: “Hoy te dijo en mi cara que te tenían que dar una pastillita. No me gusta que te falten el respeto”. Y ante la declaración de la blonda sobre que no desea hablar mal de sus compañeros, le refutó: “No son amigos”.
Sobre el vínculo tirante, incómodo, de escasa afinidad con Romina, Camila, que descubrió que Julieta le ejecutó la fulminante, se lo describió a su hermana con un ejemplo específico y sostuvo: “Te cuento lo que pasó: una vez me dijo que me faltaban ovarios. Como que era tibia”. ¿Cómo seguirá este enfrentamiento?