Aníbal Pachano se instaló con fuerza en el inconsciente colectivo hace muchos años, tras irrumpir en la pantalla chica con su labor en ShowMatch. Esa mixtura de talento innegable con una personalidad fortísima, que lo impulsó a protagonizar decenas de peleas, lo elevaron a un estatus de celebridad.
Claro que dentro de su verborragia habitual y fluida, el coreógrafo posee algunos aspectos de su vida privada desconocidos. Principalmente en lo que se vincula con su núcleo familiar primario, una historia peculiar, llena de ribetes fantásticos y polémicos.
En una reciente entrevista con Infobae, Aníbal abrió las puertas de su infancia y así compartió pormenores impresionantes de su padre, de sus primeros años en Buenos Aires y sobre todo de la enorme cantidad de hermanos que tiene y cómo los fue conociendo.
Al posarse en la figura de su padre, Pachano sacó a relucir una arista nunca antes transitada con tanta visibilidad y contó: “Era un personaje. Imaginate que de sus nueve hijos me fui enterando a medida que venía a Buenos Aires: me encontraba con hermanos, nietos, sobrinos. Era una cosa rarísima de mi viejo…”
En cuanto al modo en que descubrió toda esa trama, de un padre que tenía dos matrimonios anteriores al de su madre, Aníbal narró: “Me iba enterando. Él no me contaba, se sentaba en el momento que se provocaba el quilombo”.
Así exteriorizó la primera vez que detectó que no era hijo único con una experiencia muy peculiar: “En la primera vuelta a Buenos Aires, mientras yo jugaba con un autito con un nene de mi edad, de cinco años, empezamos a hablar y entonces me dice: ‘Yo me llamo Fulanito Pachano’. Y le digo:’¿Cómo que te llamás Pachano?’ ‘Sí, yo soy el hijo de él’, me dijo, y señaló a mi papá, que tenía cara de póquer”.
El padre de Sofía Pachano explicó que su padre fue jefe de policía en la localidad santafesina de Tostado, pero que también poseía un pasado en la calle Corrientes, en el ambiente del teatro. Por eso lo marcó como decisivo para su pasión por las tablas.
“Mi papá me agarra la mano y me lleva a pasear, tomamos el subte, bajamos en Callao y Corrientes, y me muestra, esquina por esquina, hasta el Luna Park, toda la historia de Buenos Aires, y en cada esquina había una historia vivida por él, de la que me hacía partícipe”, exteriorizó Aníbal.