El “saber” popular asegura que “la venganza es un plato que se sirve frío”. Y si nos basamos en el tiempo que le demoró a Pampita, estaría en lo cierto. Pero finalmente, casualidad o causalidad, logró “concretarlo” con la China Suárez. Enemigas de historia, de un triángulo amoroso que terminó con el matrimonio de Carolina Ardohain y Benjamín Vicuña cuando cumplían con su década de pareja, la relación nunca fue sencilla.
Pero en los últimos tiempos, tras el desembarco de Roberto García Moritán, actual marido de Pampita -llevan dos años de casados–, la conductora accedió a integrar a María Eugenia a las reuniones familiares. Una fecha clave fue en el último mes de mayo cuando se hubiesen cumplido los 15 años de Blanquita, la hija de Carolina y el actor chileno, fallecida en 2012 a consecuencia del desequilibrio orgánico generado por una bacteria.
Aunque, claro, para muchos el resquemor, la bronca y el dolor que sintió Ardohain al encontrar a su marido con la China en el famoso motor home de la polémica, no terminó de convencerla de que Suárez era una “buena persona”. Al igual que a Angel De Brito, que tuvo una brutal definición sobre Suárez...
Y ahora, que tuvo la “gran oportunidad”, se la cobró. Porque en Siendo Pampita, -el reality donde la modelo muestra toda su etapa de embarazo y el nacimiento de su última hija, Ana-, aprovechó para borrar la cara y que la imagen de la China aparezca borroneada en cámara.
Consultada sobre su decisión, Carolina apostó a la ironía para explicar lo que pasó. “Blureamos a todos porque los únicos que estamos autorizados a aparecer somos los que participamos del reality. Había mamás del colegio, amigas mías, las madrinas de los chicos, otros chicos", dijo, entre risas, luego de que Flavio Azzaro la trate de Cornuda y ella tenga una tremenda reacción.
“Los extras hubo que borrarlos, sólo podían aparecer los que firmaron el contrato... no sé si la borrada era ella o no, eso lo inventó Ángel", disparó Carolina. Más claro, para echarle agua…
