Nacho y la Tora no oficializaron su relación en Gran Hermano, si bien están todo el día juntos y se comportan como dos tortolitos, la realidad es que por ahora son amigos. Sin embargo, estaban a punto de tener relaciones sexuales, pero la madre de ella se dio cuenta de la situación y fue a retarlos.
Desde que entraron los familiares al reality, los concursantes quedaron shockeados, más que nada el rubio, que a pesar de estar profundamente emocionado por el ingreso de su papá, conoció a su suegra. Esto claramente no lo esperaba, mucho menos hacerlo dentro del programa que conduce Santiago del Moro.
Todo comenzó cuando estaban en la habitación bajo las frazadas, la cámara los enfocaba, pero no se podía distinguir si algo estaba ocurriendo. En un momento Big corta la música y advierte a los concursantes: "Atención por favor, recuerden dar el consentimiento. Muchas gracias".
Muerta de vergüenza por quedar expuesta ante todos en la casa más famosa de la Argentina, Lucila comentó: "Estoy cambiada, están locos. Chicos.... Están nuestros padres". Todos se morían de risa, más cuando Gladis salió enfurecida para la habitación.
Hecha una furia, la mujer se dirigió a toda velocidad y abrió la puerta. "Que den el consentimiento Lucila y... Pero, ¿qué pasa acá? Rodo, también estás en la tuya, estás mirando para otro lado, mirá para los costados", sostuvo cuando pilló in fraganti a los jóvenes enamorados.
Marcos estaba en la habitación, pero está acostumbrado a presenciar los actos de amor de sus compañeros. Por su parte, Rodolfo, el papá de Castañares, estaba haciendo la maleta y arreglando el sector donde duerme, sin decir nada a su hijo y a la Tora.
