El programa se llamó Acoso Textual -nada más y nada menos-, salió al aire en América durante 2007, tenía como conductor a Horacio Cabak y contaba con Evelyn Von Brocke como integrante de un nutrido panel de 8 mujeres que intentaban "volver loco" al único hombre de la manada. Ninguno de los dos imaginaba, en ese entonces, que casi 15 años más tarde serían protagonistas de una historia con ribetes escandalosos, la que vamos a contar ahora.
Con más altos que bajos, los dos siguieron trabajando en distintos medios y formatos televisivos. Ella se volvió súper famosa cuando su divorcio de Fabián Doman se metió de prepo en las tapas de todas las revistas y en los segmentos más calientes de la pantalla chica, y a él el aluvión mediático le llegó bastante después: se volvió uno de los hombres fuertes de la cuarentena, pero terminó de explotar con el escándalo que se armó en torno de su vida privada una vez que superó el coronavirus y le descubrieron algunos materiales en sus celulares.
El "tema Cabak" volvió a la mesa de Intrusos -el ciclo donde Von Brocke vuelve a oficiar de opinadora- con la picante visita de Flavio Azzaro, quien más allá de ser compañero del modelo en la mesa de Polémica en el Bar no ahorró críticas para él: dijo que opinaba "como un gorila", que al principio creyó manejar la situación "pero después se le fue de las manos" y remarcó que "no me gustó nada que haya ido a hablar a lo de Andy".
"Nos llevamos muy bien. Tanto que yo le escribí una carta donde le decía cosas muy importantes, muy significativas, muy profundas. Por eso me dolió su respuesta".
"Vos trabajás en Polémica en el bar, ¿viste? Y yo tengo puesta la camiseta de América. Si a mi me paga este canal y tengo un problema de este tipo, tengo que dar la cara acá y no en otro lugar", aseguró Azzaro en una definición con la que Evelyn estuvo de acuerdo y que generó, además, una inesperada confesión de su parte.
"Es verdad, yo coincido con lo que vos decís, y además se lo dije a Horacio. Pero él me contestó muy fuerte en las redes sociales y para mi fue una desilusión, una gran desilusión", arrancó Evelyn.
Cuando sus compañeros se le fueron al humo para saber por qué había sentido eso, ella recordó que él había sido su jefe y que habían trabado una muy buena relación cuando laburaron juntos, un dato que estaba ciertamente perdido. "Él condujo Acoso textual y manejó muy bien ese grupo y toda esa situación donde éramos 8 mujeres alrededor suyo. Nos llevamos muy bien. Tanto que yo le escribí una carta donde le decía cosas muy importantes, muy significativas, muy profundas. Por eso me dolió su respuesta".
Ante la insistencia de los demás por saber qué decía su carta o qué tipo de contenido le había mandado en aquel momento, Evelyn se negó a soltar prenda pero avisó algo que puede tener repercusión en el futuro: "él me dijo que la guardó y que todavía la tiene, así que si la quiere mostrar, que lo haga. Yo no voy a decir nada más porque para mi fue una desilusión".
¡Qué misterio!
