La muerte de Gustavo Martínez impactó de lleno en la familia Fort. El entrenador fue pareja de Ricardo y se hizo cargo de sus hijos Marta y Felipe desde 2013. Marisa López fue la mujer elegida por el chocolatero para acompañar la crianza de los chicos y en el entierro de Gustavo rompió el silencio y salió a defenderlos.
Gustavo decidió quitarse la vida diez días antes de que los mellizos cumplieran sus 18 años. Así ya no necesitarían nada de él y eso lo tenía destrozado, al menos así lo confesaron Marta y Felipe cuando contaron. Lo cierto es que el padrino de los jóvenes sufría depresión y tenía principio de alzeheimer.
“Yo voy a estar bien por los chicos. ¿Sí?”, expresó Marisa al ser consultada por Secretos Verdaderos sobre cómo se encontraba tras la trágica muerte de Martínez.
“Sí, sí, la verdad que es duro para todos”, dijo la mujer al micrófono mientras se dirigía a su camioneta.
Tras la muerte de Gustavo, Felipe y Marta quedaron en el centro de la polémica por sus declaraciones sobre el hombre que los acompañó toda su vida. Es por eso que Marisa salió a defenderlos: “Es una muerte violenta, y el tema y el problema, ¿sabés qué es? El castigo a los chiquitos”, señaló. “Está todo el mundo equivocado”, cerró.