La nueva crisis matrimonial de Vicky Xipolitakis: ¿qué pasó ahora?

Posiblemente sea necesario un relevamiento sociológico para comprobar si verdaderamente es acertada, pero en el común de la gente, básicamente del género masculino, predomina una hipótesis que aparenta estar instalada. ¿Realmente un cambio de look capilar puede exteriorizar el deseo de una mujer de ir por un cambio más abarcativo? Para ser más claros y coloquiales: lo que se cree es que probablemente un peinado distinto o un repentino retoque en el cabello es mucho más que un simple deseo de modificar la estética. Esa decisión de mostrarse distinta y renovada, para muchos, escondería en realidad la intención de continuar por el camino de la renovación, aunque, a diferencia de lo que podría interpretarse, esto contemplaría algo más y no simplemente lo relacionado con el terreno de la estética.

 

 

¿Cómo están actualmente los sentimientos de Victoria Xipolitakis (33)? Obviamente, bien arriba, pues la Griega está cada día más enamorada de Salvador Uriel, que recientemente acaba de cumplir sus primeros cuatro meses. Entre teta, pañales y miradas cómplices, Vicky le va encontrando otro gusto a la vida y se entusiasma cuando lo imagina creciendo fuerte y sano. Pero parece que hay un aspecto que, al menos en el caso de ella, termina de explicar por qué en determinadas situaciones la felicidad nunca es completa. Porque así como la maternidad la sorprendió gratamente y le permitió experimentar sensaciones únicas e irrepetibles, Vicky no habría conseguido hasta el momento reencauzar su vínculo conyugal.

 

 

Nada ha vuelto a ser igual con su marido, Javier Naselli, después de que la vedette lo denunciara por maltrato. “Estoy con un bebé y tengo un demente, quiero que se lo lleven. Por violencia, por violencia verbal. Porque es un loco. Quiero que se lo lleven, por favor, gracias”, fue el pedido de Vicky, casi desesperado, a la persona que atendió su llamado para que la Policía aprehendiera al padre de su bebé. Sucedió a fines del año pasado, cuando Salvador Uriel tenía apenas unos días, y la ex Urraca consideró que Naselli estaba maltratándola y entendió que lo más conveniente era levantar el teléfono y pedir ayuda. Una semana más tarde, la pareja mantuvo una charla sincera en la que creyeron limar asperezas, y él se comprometió a no volver a incurrir en ese tipo de conductas.

 

 

Y si bien Vicky habría aceptado las disculpas y estuvo de acuerdo en dar vuelta la página, algunos indicios invitan a pensar que la herida aún no cicatrizó completamente. Un ejemplo: la vedette ha demostrado siempre su apego a las redes sociales, y cada vez que tuvo la oportunidad difundió por esas vías diversos momentos de su intimidad, como su casamiento, sus viajes o sus espacios personales para disfrutar con su bebé. A varios les llamó la atención que en sus cuentas personales de Twitter, Instagram y demás ya no haya fotos junto a su esposo. A lo mejor fue por expresa solicitud de él, con la finalidad de bajar su exposición tras el escándalo, aunque no se sabe. Vicky está cambiando. Empezó por el pelo, pero tal vez ese sea el primer paso hacia un cambio definitivamente más profundo. ¿Será una señal?