Al parecer, la separación de la China Suárez y Benjamín Vicuña no ha sido la mar de armonía como los dos insistieron en dejar en claro. A pesar de que la ruptura, dicen, se dio en buenos términos por el bien de sus hijos, todavía hay temas que generan fuertísimos cortocircuitos.
Es que la China y Benjamín, apenas antes de decidir seguir por rumbos separados, habían dado un paso importante a nivel familiar: la compra de la famosa "casona maldita" en Chacras de Murray, un exclusivo y elitista barrio cerrado, por la que, dicen personas allegadas al entorno del chileno, la actriz “se encaprichó”.
Pero, claro, sucede que la propiedad, carísima desde el vamos, tenía muchos temas por resolver a nivel infraestructura. Y ahora, que el actor y Eugenia ya no están juntos, ella no estaría dispuesta a desembolsar ni un peso de sus ahorros para encarar las obras de remodelación y mejoras para irse a vivir con sus niñes.
Este es el mar de fondo que, según explicaron en LAM, todavía genera tensiones y cortocircuitos entre Benjamín y la China, más allá del Wandagate o los nuevos intereses románticos que se multiplicaron en el horizonte de ella apenas puso un pie en España para grabar un filme.
“Uno de los enojos fuertes de Benjamín es que ella se separó después que él le comprara la casa, según cuenta el actor, para dársela”, dijo Yanina Latorre y agregó: “Ahora que la casa hay que mejorarla y gastar un montón de guita, ella le pidió la plata él y no la quiere poner”.
Y Ángel de Brito sumó otro dato a esta versión, que viene del lado de Nico Furtado, el actor con la que se relacionó a Suárez. Según allegados al artista de El Marginal, el intérprete de “Diosito” sólo salió dos veces con ella y decidió dejarlo ahí.
“La historia no subió de nivel porque ella estaba muy enojada con Benjamín y él no estaba para bancar cabeza ajena. Benjamin no la quería soltar y se enojó porque no quería pagar las mejoras de la casa”, informó De Brito.
Por otro lado, en el ciclo de El Trece aclararon que las finanzas de la China no se vieron perjudicadas como se suponía, tras el estallido del escándalo con Wanda Nara y Mauro Icardi.
“Eugenia no perdió todas las marcas, como se decía. Tiene la peluquería y su cápsula de ropa. Sí se le bajaron contratos con marcas internacionales”, señaló Andrea Taboada, al cerrar el tema.
