A sus 50 años, Carla Peterson sigue siendo una de las actrices argentinas más queridas y respetadas por el público. Con una carrera sólida que ha transitado por televisión, teatro y cine, Peterson ha sabido ganar un lugar destacado en el mundo del espectáculo. Su carisma y talento han hecho de ella una figura que inspira a muchos y que continúa en la cima del éxito.
Además de su destacada carrera artística, Carla Peterson ha sabido conectar con sus seguidores a través de las redes sociales. Con 1.4 millones de seguidores en Instagram, la actriz comparte ocasionalmente momentos íntimos de su vida, permitiendo que su público conozca una faceta más personal. Esta apertura ha fortalecido aún más el vínculo con quienes la admiran.
Para sorpresa de muchos, Carla ha confesado que una de sus grandes pasiones es la horticultura. Lejos de los escenarios, la actriz encuentra en la naturaleza un espacio de paz y conexión. En su amplio jardín, ha cultivado numerosas plantas y árboles, además de una huerta propia que le permite cosechar frutas y verduras frescas.
Entre las especies que cultiva se destaca el limonero, un pequeño árbol frutal perenne que ha captado la atención de Peterson por su sencillez y belleza. Este tipo de árbol, elegido por ella, no solo embellece su hogar, sino que también le brinda frutas durante casi todo el año, haciendo de su jardín un espacio productivo y reconfortante.
El limonero de Carla, caracterizado por un follaje denso y de hojas ovaladas de un verde profundo, añade un toque especial al entorno natural de la actriz. Su jardín es un reflejo de su dedicación y de la paz que encuentra en cultivar la tierra.
Las flores del limonero, también conocidas como azahares, son otro detalle encantador de su jardín. Estas flores aromáticas son especialmente abundantes en primavera, llenando el aire de un aroma embriagador y ofreciendo un espectáculo de color y perfume que Carla disfruta en cada estación.
Con esta faceta menos conocida, Carla Peterson, esposa del político Martín Lousteau, demuestra que su amor por la naturaleza y el arte de cultivar son, al igual que su carrera, una parte fundamental de su vida y de su personalidad.