Paula Bernini es una de las periodistas más queridas no sólo de la televisión por cable, sino de todos los ámbitos de la pantalla chica. Su labor en TN la llevó a recorrer el país, a entrar en contacto directo con la gente y a conocer a fondo sus necesidades. No es de esos rostros mega famosos, no es un Nelson Castro, un Jorge Lanata, una María Laura Santillán o una Sandra Borghi, pero los desposeídos, los comunes y corrientes, los que andan a pie, la conocen y la adoptaron como propia, como suya. Por eso, por estar en la calle y no en la alfombra roja, le pasan estas cosas: cubriendo las inundaciones que afectaron a la ciudad de La Plata en el día de hoy cayó a una zanja llena de lodo, fango, barro y agua.
Gran parte del país, pero sobre todo el área metropolitana ahora conocida como AMBA, se vio afectado hoy por un fenómeno climático que le ganó en centimetraje periodístico al dólar, a las elecciones, el aumento de precios, la devaluación, las declaraciones de Javier Milei, los anuncios de Sergio Massa o la vuelta del fútbol. Una fuerte tormenta de lluvia, viento, agua y piedras hizo estragos en buena parte de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense.
Hubo calles anegadas, clases suspendidas, comercios cerrados y dificultades varias en infinidad de barrios, pero una vez más fue la ciudad de La Plata la que apareció como la más afectada por el impresionante aguacero que cayó desde la noche del miércoles. Con buena parte de su superficie cubierta por el agua, concitó el interés de la "patria informativa".
A la ciudad de las diagonales -en realidad, a su periferia- peregrinaron periodistas, camarógrafos, productores y moviles para transmitir en vivo y en directo los efectos que generaba la calamidad climática. Una de ellas fue Paula Bernini, toda una experta ya en el arte de reportear este tipo de catástrofes. La movilera no se achica por más que los desafíos sean grandes y riesgosos. Ella va, pone la cara, el cuerpo y su voz. La gente aporta sus testimonios, sus experiencias de vida, sus penurias, sus alegrias, sus sueños, sus ilusiones y sus frustraciones. En este caso, su dolor y su resignación.
PAULA BERNINI CAYO A UNA ZANJA MIENTRAS CUBRIA LAS INUNDACIONES EN LA PLATA
Bernini entrevistaba a un grupito de chicos en una de las calles afectadas por el temporal. Les hizo un par de preguntas y ellos contestaron a su modo. Más que sufrir, los pibes parecían "disfrutar" de ese hecho raro o inusual del que eran un poco testigos y otro tanto protagonistas. No lloraron ni dramatizaron las cosas. Para nada. Bromearon, hicieron algún que otro chiste, nada del otro mundo.
La periodista intentó seguir con la cobertura y fue en otra dirección. Se internó en una calle llena de agua sin advertir, por supuesto, que sería víctima de una zanja y que caería dentro de ella hasta quedar tapada por el lodazal prácticamente hasta el cuello. "Vamos a ver lo que dice la gente porque.... ¡Ay!" se le escuchó gritar a Paula, quien literalmente "desapareció" de la superficie. Luego se oyó un sonido metálico, eléctrico, como el de una señal cuando entra en cortocircuito. Por suerte está bien, pero el suto se lo llevó. Tranquila, Paula, que tu laburo nunca hace agua.