Una implosión que sacudió las estanterías. Ximena Capristo explotó el año pasado al publicar diversas conversaciones de su marido Gustavo Conti con otras mujeres, lo que denotaban un intento de infidelidad.
El estado público de esa crisis adquirió relevancia y la noticia deambuló durante meses por todos los portales. Claro que una de las consecuencias (lógicas) fue la separación y la salida del ex GH de la casa familiar. Luego llegó el momento de detallar cada uno de los pasos de la pareja.
Más allá que la armonía regresó al seno del matrimonio todavía existen heridas que no sanan. Ximena aprovechó la visita de ambos al piso de El club de la divorciadas para solicitar a Conti que reconociera su accionar poco ético.
En plan de repasar los acontecimientos, Capristo apretó el acelerador e increpó a Gustavo: “Yo le planteé a Gus abrir la pareja para cuando tengamos 50 años, pero a todo esto yo ya tenía los chats en mi poder. Y Gustavo me hizo quedar como loca ante un montón de amigos y en televisión”.
Mientras que el ex GH se mantuvo firme en su defensa: “La infidelidad no existió”. Mientras que el psicólogo Gabriel Cartañá intentó analizar el caso e intentar acercar posiciones, pero el clima fue in crescendo en tensión.
Ximena no aguantó más y le bramó a su marido: “Yo soy una persona sincera Ahora, él fue infiel y no lo quiere reconocer hasta el día de hoy, y no lo puedo creer”. Un pedido que no llegó a buen puerto, porque Conti conservó su postura impoluta.
Y como si fuese poco, el abogado Fernando Burlando ofició de defensor del actor y agregó: “Yo no considero eso (chatear) una infidelidad”.