¿Existe alguna dinámica familiar más llamativa que la del clan Montaner? Son muchos, se aman, se mueven en tándem, viven juntos, trabajan juntos, viajan… Y en esa lógica que desde afuera tal vez cuesta comprender y que algunos miran con sospecha, y también envidia, cayó hace más de un año nuestra Stefi Roitman.
Porque desde que la modelo se puso de novia con Ricky Montaner, la familia la recibió de brazos abiertos. Especialmente cuando llegó a su mansión en Miami con sus valijas, en plena cuarentena. Los días fueron pasando y ella quedó ahí, instalada como una hija más, completamente sintonizada con la onda del familión del cantante melódico, iluminada y eterna.
Y ahora, meses después, el destino trajo de regreso a Stefi al país, pero de la mano de su novio, su cuñado Mau y su suegro, para trabajar en La Voz Argentina como host digital. Y fue en Cortá por Lozano donde habló de cómo vive esto de pasar todo el tiempo con ellos, tanto en lo personal como en lo laboral.
“Hay mucho talento y emoción. Además, los coaches son muy graciosos. Me fascina el formato y este año viene muy fuerte", dijo Roitman sobre el programa de Telefe, donde Ricky, Mau y Ricardo serán parte del jurado, junto con Soledad Pastorutti y Lali Espósito.
Y a ella, ¿le gusta estar tan pegada a ellos? Al parecer, está chocha. "A mí me fascina trabajar en familia. Sé que no es para todos pero a mí me encanta”, le aseguró a Vero Lozano, intrigada por su punto de vista. Sin embargo, la modelo admitió que “también está bueno separarse”.
“Los chicos tienen giras y no nos vemos por dos semanas y está bueno extrañarse también. Pero estar juntos es una manera de demostrarse amor, también en el trabajo. Me encanta que son muy dedicados y alimentan el amor en todas sus formas", dijo Stefi, que pronto será una Montaner con todas las de la ley, cuando se case con el cantante.
