Su erradicación de las entrañas de la casa demoró mucho más de lo imaginado. Ni su más acérrimo fanático hubiese pronosticado semejante estadía en Gran Hermano, no obstante Ariel recién fue eliminado este domingo. Una vez en el exterior, se trenzó con un careo muy picante con Coti.
La historia narrará que la correntina, considerada una de las jugadoras más tácticas e incisivas del reality, perdió su posibilidad de permanencia en una votación mano a mano que le ganó Ansaldo. Claro que la lectura sería incorrecta, porque los motivos fueron otros.
La blonda salió eyectada de la competencia por todos sus movimientos, por esa espontánea polémica a sus compañeras de cuarto, por la discusión a los gritos con Julieta y Romina, por su comportamiento irascible y desencajado ante el descubrimiento de su estrategia.
La presencia de Ariel en esa placa no incidió en lo más mínimo, de hecho, era prácticamente un ignoto, un desconocido para el público. A raíz de todo este contexto, Coti, quien se realizó varias operaciones estéticas, lo enfrentó en cuanto pudo y le clavó una daga directa al corazón.
Ansaldo visitó el piso de A la Barbarossa, donde Romero se presenta prácticamente todos los días como una panelista más. Ahí, el de Berazategui compartió un análisis peculiar de su influencia: “Yo siento que lo expuse a Alfa, que lo debilité, pero terminé afuera. Igual, fue un antes y un después”.
Frente a esa concepción, Georgina le dijo con sorna: “Acá está Coti, una de las que eliminaste…”. Inmediatamente, Romero acudió a una ironía fina, y también bastante obvia, al preguntarle de frente: “Te quiero, Ari, pero escuchá. ¿Vos pensás que me eliminaste o realmente decís que fue porque yo no era querida afuera?”.
Descolocado, con un lenguaje corporal de sorpresa, Ansaldo solo atinó a responder: “Los chicos decían eso, que era porque habías quedado mal con las chicas y que tenías muchos haters. No lo sé todavía. Yo ahí no tenía una aceptación, la fui construyendo de a poco”.
