Los descubrieron. Otra vez los agarraron in fraganti, a partir de la magnitud de sus figuras. Luciano Castro y Flor Vigna cayeron en las garras de una cobertura en vivo de una prueba de amor, de una decisión para sellar esta relación sentimental que los une desde hace un año.
Resulta que LAM accedió a la data exclusiva de una determinación que ejecutaron, una idea conjunta para marcar a fuego las emociones que vibran en sus corazones. Una especie de confirmación muy relevante del sentimiento que los estimula y los empuja a vivir un lazo maravilloso.
Entonces, el ciclo de Ángel de Brito, quien sigue ausente de la conducción por sus vacaciones en Europa, montó guardia en una casa de tatuajes muy famosa, con el objetivo de captar a los tortolitos en este paso de la pareja, en ese salto a grabarse la piel, un hecho irreversible.
Fernanda Iglesias aportó más detalles de cómo accedió a la data de esta aventura de impregnarse en el cuerpo un diseño en común. “No se tatúan lo mismo, tengo esta información porque yo fui a tatuarme hoy, me enteré que iban a estar ellos. Estuvimos chusmeando con el tatuador, que es el ex de Alejandra Quevedo, y apareció este chisme”, contó.
Desde la puerta del local, el cronista aportó algunos pormenores de esta locura de Flor y Castro y soltó: “¿Qué se tatuaron? No sé qué es, los vimos desde afuera, aparentemente es algo chiquito”. Mientras las cámaras captaron a Florencia, que se encontraba detrás de unas cortinas.
En definitiva, Luciano y Vigna compartieron un accionar muy íntimo, que los entrelaza mucho más y que ratifica que el amor late con fuerza, como la de un huracán, entre ellos y que la historia seguirá creciendo con nuevos capítulos de evolución y crecimiento del sentimiento. ¿Qué se habrán tatuado?