Donde arden las llamas, las cenizas perduran latentes. Flor Vigna y Nico Occhiato configuran uno de los binomios más queridos del ambiente del espectáculo, por las personalidades de ambos y el amor que siempre se pregonaron, aún en las épocas de mayor distanciamiento.
Claro que los famosos prefieren eludir las etiquetas y disfrutar el momento, el aquí y ahora. Las consultas frecuentes, casi frenéticas, de los medios por escuchar la confirmación de un nuevo noviazgo parecen estériles, porque Nico y Vigna repiten hasta el hartazgo que la pasan bien y que el tiempo dirá.
Claro que hace muy poquito, Flor corroboró en PH, el ciclo de Andy Kusnetzoff, el reflote de los encuentros con el morocho. “Con Nico sí nos estamos viendo ahora. Y, obviamente, también hemos tenido encuentros de nuestros cuerpos”, exteriorizó.
El lunes pasado Paparazzi encontró a Occhiato e indagó cómo marcha el lazo invisible, pero sólido, con Flor, el periodista sostuvo: “Excelente, che. Muy bien, la pasamos bárbaro juntos”.
"Está todo el día con el celular", exclamó Vigna.
Hasta que hace unos días, la bailarina apareció en el cuarto de Nico, mientras transmitía por YouTube un programa online. Claro ya no hay dudas, están juntos, se eligen, comparten tiempo y actividades.
Hace unas horas, Flor metió en sus stories un momento muy romántico, donde los dos estaban en una plaza observando el cielo y el conductor jugaba con una aplicación para ver las estrellas y saber en qué punto se encuentra el sol (en el otro hemisferio claro).
En ese video, Vigna le hizo un reproche fuerte, una queja de un comportamiento de Nico que no le copa demasiado, aun cuando ambos son de la generación de conectividad full time, de tener al celular como una extensión más del cuerpo.
“Aquí podemos ver como Nico está muy contento con su app para ver estrellas. Todo el día con el celular”, bramó la bellísima modelo. Todo eso mientras el animador no soltaba su dispositivo y seguía absorto con la mirada clavada en la pantalla.
El noviazgo volvió con todo, ya se muestran a diario tanto en la nueva casa de ella, como en el hogar de Occhiato. Habrá que ver si esa “adicción” al celular no genera conflictos.
