Natalia Oreiro es una artista privilegiada: mientras muchas todavía intentan rearmarse luego de los estragos que provocó el parate de la industria del entretenimiento durante 2020, a ella le llueven atractivas ofertas laborales de aquí y de allá.
Siempre requerida, Natalia pronto encarará lo que, dice, es el desafío más grande de su carrera: interpretar a Eva Perón en Santa Evita, una serie de Disney basada en la obra de Tomás Eloy Martínez.
Asimismo, es claro que las luces de Hollywood no la encandilan, porque Oreiro reconoció que acaba de bajarle el pulgar a otra superproducción en el extranjero. “Este año me salió una serie en Estados Unidos de tres temporadas, mucho tiempo, y mi decisión fue decir que no”, reveló en el ciclo radial Mientras tanto, en Mucha Radio FM 89.5.
Según explicó la actriz, el motivo que inclinó la balanza fue Atahualpa, su hijo de 9 años. “No le quería cambiar las cosas a mi hijo. También me había pasado en España, que me fui seis meses a hacer una serie allá”, le dijo a Marcela Coronel.
“Para él, más allá de que estamos viviendo una situación impensada, la posibilidad de sacarlo de su escuela, su grupo de pertenencia, a mí me cuesta mucho”, señaló la uruguaya, y agregó: “Y tengo la posibilidad de tener también grandes proyectos acá y seguir creciendo en mi profesión sin tener que irme a otro país durante tanto tiempo, y que él tenga que cambiar a sus amigos”.
"Tengo la posibilidad de tener también grandes proyectos acá y seguir creciendo en mi profesión sin tener que irme a otro país durante tanto tiempo".
“Él tiene una casa con jardín, sus perros, sus gatos. No ha tenido las necesidades de la mayoría de los niños en este horroroso momento de la humanidad con la pandemia”, indicó Oreiro, que durante 2020 trabajó en su país natal en Got Talent Uruguay.
“Nosotros como familia tenemos un lugar de privilegio absoluto en la sociedad, tener a nuestro hijo bien, sano, alimentado, poder elegir dónde pueda estudiar y poder acompañarnos en nuestros proyectos personales”, cerró Nati, agradecida por la vida que tiene con su marido, Ricardo Mollo.
