Agustín tenía un objetivo claro: volver a abrazarse con Marcos de Gran Hermano. Y todo lo que se le podía "interponer" en el camino, lo iba a saltear. Así fue que Frodo le hizo "oso" a Ariel cuando éste le quiso dar la bienvenida nuevamente al juego.
Agustín fue el segundo en ingresar a la casa a consecuencia de la elección del público en el repechaje. Y con ansias de cumplir con sus dos sueños, llegar a la final con su amigo Marcos y consagrarse como el mejor jugador del formato televisivo, es que atravesó la puerta de ingreso.
Valija en mano y con su clásico saco negro que usaba para las galas, hizo todo el camino que divide el jardín de la parte interna y, al momento de entrar, se encontró con que Ariel le abría la puerta y lo recibía con los brazos abiertos. Pero Frodo no frenó su marcha.
Sin mirar a nadie, a ninguno de sus compañeros a los que después fue saludando con detenimiento, empezó al grito de "Marcos, Marcos", para que el jugador lo escuche ya que estaba adentro de una de las habitaciones consolando a Maxi, a quien le habían expulsado de la competencia a su novia, Juliana, minutos antes.
Hasta que lo escucharon Thiago y el Conejo y luego se acercó Marcos con quien Agustín se fundió en un sentido abrazo que duró largos segundos. Con el llanto a flor de piel, los amigos disfrutaron de su esperado reencuentro, considerando que fue Marcos quien reconoció que la partida de Frodo, semanas atrás, lo había entristecido.
Abrazos, abrazos y más abrazos. Expresiones de alegría y de más alegría. Agustín y Marcos volvieron a ser la dupla que, muchas veces, se comunicaban y empatizan con pocas palabras. Y, luego, Frodo interactuo con Ariel, a quien no le había dado "bola" cuando entró a GH.