Los nuevos capítulos del Wandagate se escriben los fines de semana. Así parece, a la luz de lo que, mes a mes, va sucediendo, desde que un sábado una furiosa Wanda Nara se descargó en sus historias contra la “zorra” que se había “cargado” a su familia.
Y ahora, el último dato que se supo de este culebrón que todavía sigue teniendo derivaciones, epílogos y demás, tiene que ver con una serie de mensajes privados que Wanda le envió a la China Suárez en cuanto supo de su encuentro clandestino con Mauro Icardi.
En los últimos días, los audios desesperados y furiosos de ella pidiéndole explicaciones a la actriz empezaron a circular, y su propia abogada, Ana Rosenfeld, lo confirmó en A la tarde: "Está escrita en WhatsApp y hay audios. Yo también la tengo, desconozco cómo pudo trascender”.
¿Y cómo reaccionó la empresaria del rubro del make-up a esta situación que la deja, una vez más, expuesta en un ámbito tan privado, en medio de su crisis de pareja con el jugador del PSG? Relajadísima, la rubia optó por tomar una tarde de spa en su espectacular casa de París.
Muy sensual y en onda zen, la hermana de Zaira mostró en sus historias de Instagram fotos y videos al costado de su inmensa piscina techada, mientras le hacían placenteros masajes descontracturantes en las piernas, luego de tanto estrés emocional.
“Domingo de spa en casa”, expresó Wan en la postal que publicó en su feed, que fue comentada con picardía por su amigo Kennys Palacios. “Mmm…. ¿Te masajearon mucho?”, quiso saber el estilista, mientras que su amiga Natacha Eguía, con quien hace unos días tuvieron un cruce por ventilar de más sobre sus problemas de pareja, también le comentó con unos emojis.
Sensual, relajada, muy concentrada en lo suyo: en sentirse bien y en seguir adelante. Así se quiere mostrar la blonda, aunque la realidad pareciera que dista mucho de ser una cama de rosas.