Hace unos días que Verónica Lozano volvió de sus vacaciones y, ya reincorporada a la conducción de Cortá por Lozano, todavía desde su casa, empezó a notar los cambios que ocurrieron durante su ausencia en el equipo que quedó a cargo del ciclo de Telefe.
“Me sorprendió Szeta que, en mi ausencia, se puso fit, saludable”, dijo Vero, señalando al periodista de policiales, durante la ya clásica sección de terapia de grupo donde el staff del programa comparte sus cuestiones más personales.
Y ese comentario dio pie para que Mauro Szeta contara que en el último tiempo se decidió a emprender todo un cambio de vida o, al menos, intentarlo: modificar sus hábitos de alimentación de manera radical.
“Sí, estoy en un intento de mejorar mi calidad de vida que, obviamente, va en contra del gusto del paladar”, reconoció Szeta, antes de dar a entender que todavía le está costando erradicar ciertos alimentos de su dieta y abrazar de lleno el régimen cuasi de monje tibetano.
“Si me ven de mal humor, obviamente, está relacionado con eso”, abrió el paraguas Szeta. Y explicó por qué: “Saqué todo tipo de carne, solamente puedo cien gramos por día y así. ¡Estoy peleándola para reeducar el paladar!”.
“Saqué todo tipo de carne, solamente puedo cien gramos por día y así. ¡Estoy peleándola para reeducar el paladar!”.
Y detalló las comidas que empezó a sumar a sus almuerzos y cenas: “Mucha fruta, mucha ensalada y tartas. En cuanto al chupi, tengo un permitido de dos copitas diarias”. ¡Vamos, Mauro!