Si bien la pasó mal los primeros días, cuando tuvo a su bebé internado en neonatología, Noelia Marzol está encantada con la maternidad. Tan a gusto y emocionada que a sólo un mes y medio de dar a luz a Donatello confesó que está "re cebada con tener otro". Incluso, contó si le gustaría tener otro varón o si preferiría que venga "la parejita".
Marzol habló con Pilar Smith en El Espectador, el programa de las tardes de la CNN Radio que la periodista conduce junto a Pia Shaw y a Angel de Brito, y le contó sus primeras sensaciones como mamá. En ese sentido, admitió que está "un poco arrepentida de no haber empezado antes, porque me hubiera gustado tener muchos hijos y me parece que no voy a poder. La sensación de generar vida es única, la mejor de todas. Es mucho mejor de lo que pensaba y de lo que me habían contado. Es hermoso". La rubia tiene 34 años.
"Yo no sé si va a ser inmediato, pero va a suceder. Yo ya estoy re cebada con tener otro. Incluso, Ramiro, mi marido, se re entusiasmó con la paternidad y él tampoco tendría problemas, así que lo vamos a hacer", agregó. Aún así, se diferenció con su marido en cuanto a qué les gustaría "que viniera" si vuelve a quedar embarazada. "Sí, ahí opinamos distinto. A él le gustaría una nena, y a mi me encantó tener un varón, así que si pudiera elegir lo haría por otro nene", aseguró.
"Con Rami, mi marido, ya hablamos de tener otro. Donde no estamos de acuerdo es en que a él le gustaría tener una nena, y yo preferiría que venga otro varón".
Más allá de la alegría y de la felicidad por criar a su bebito, Marzol aceptó que la maternidad tiene "un lado B" del que no se habla tanto. "Hay días en que no llegó ni a bañarme, porque el señorito tiene que venir conmigo hasta al baño. Jajaja, las fotos que subo a Instagram son por los menos las que tengo decentes, un par de segundos para sacarme la foto y nada más, porque el resto del día estoy hecho medio un desastre", definió.
La actriz, que ya volvió a las funciones de Sex, la obra de José María Muscari, contó que Donatello "me está absorbiendo porque está todo el día prendido a la teta. Mientras pueda va a tomar nada más que mi leche. Incluso me saco y la guardo así después se la doy en la mamadera. Cuando pida o necesite más le daré el complemento, pero por ahora solo la mia. Es lo mejor".
Por suerte, lo peor para ella quedó atrás. "Esos días con Doni en Neo fueron terribles. Más allá de la excelente atención de los médicos o la calidez de las enfermeras, cuando te vas a tu casa y dejás a tu bebé en el sanatorio la sensación es horrible. En 3 días perdí 10 kilos, por los nervios. Por eso me ven flaca. Y la verdad, preferiría tener panza y no haber pasado por esa angustia. Y encima estás con todo el descontrol hormonal que tenemos las mujeres en ese momento. Doni nació prematuro y no tenía el instinto de succionar, y no se podía alimentar. Por suerte está bien y ya pesa tres kilos y medio", finalizó.