Dentro de los múltiples cambios sociales de la actualidad, y sobre todo los que se vinculan con avances en las libertades individuales, se destaca la capacidad de elección de las mujeres sobre la maternidad. Totalmente opuesto a antaño, que se erigía en una imposición cultural.
Esos mandatos familiares, y de toda la sociedad, que empujaban a las damas a sentirse realizadas a través de convertirse en madre ya no cuajan. En ese sentido, Ingrid Grudke tomó valor para contar su historia, su decisión personal.
La modelo brindó una entrevista en la que abordó cuestiones íntimas y en ese contexto se animó a manifestar su postura respecto a la maternidad. Por eso comenzó: "Como mujer me siento feliz, realizada en un montón de cosas".
Hasta que llegó la declaración más resonante de Ingrid, que se relaciona con su deseo: “Antes no podía decir que no tengo ganas de ser mamá, porque era muy fuerte. Ahora lo puedo decir con más tranquilidad, sin sentirme juzgada”.
En la profundización de su pensamiento en lo referido a esta determinación, Ingrid agregó: “Hace veinte años, escuchaba las conversaciones de mis amigas y decía: “Está bueno, algún día me voy a casar y tener hijos”. Era más fácil decir eso que explicar por qué no quería ser mamá".
A partir de su exposición pública, Grudke optó en algún periodo de su vida a eludir la pregunta de cuándo se convertiría en madre. Y ahora reconoció que maneja varias opciones: "Ser mamá es un deseo y si a los 50 me dan ganas, puedo hacerlo sin llevar un bebé en mi vientre. Está bueno contarlo, porque hoy cambiaron los conceptos ideales de cómo uno tiene que vivir".
