Ya transitaron más de dos meses de ese cimbronazo, aquella noticia explosiva que anunció la ruptura definitiva de la relación amorosa entre Benjamín Vicuña y la China Suárez. En el espejo retrovisor se aleja ese comunicado del chileno que sacudió el piso del mundo del espectáculo.
El agua que corrió bajo el puente normalizó un poco el escenario y ahora luce como cotidiano el nuevo estilo de vida de María Eugenia, que se caracteriza por una frenética actividad en las redes sociales, donde muestra cada paso, cada minúsculo accionar de su vida en Madrid.
Así, la actriz disfruta de la soltería, con imágenes muy divertidas con sus hijos, otras más jugadas con las que ratifica su libertad. En tanto que brotan rumores por doquier de hombres que revolotean en su vida, sobre todo actores y modelos españoles.
Claro que lo más rimbombante surgió el sábado, cuando Wanda Nara salió a gritar a los cuatro vientos que se había separado de Mauro Icardi por una tercera persona, por una amante. Y todos los cañones apuntaron a María Eugenia con esa storie que bramaba: “¡Otra familia más que te cargaste por zorra!”.
Desde ese punto germinaron teorías que aseguraban que la China era la dama que se entrometió en el matrimonio de Icardi y Nara. ¿Por qué? Básicamente porque Wanda dejó de seguir a Suárez en Instagram y porque algunas fuentes sostenían que Mauro quedó atrapado in fraganti en chats picantes con la ex de Nicolás Cabré.
En todo este embrollo, Benjamín Vicuña apareció y lo hizo con fuerza. El chileno tomó la drástica decisión de quitarle el follow a la mamá de sus hijos Magnolia y Amancio. Rarísimo. Y ciertas voces especularon que este movimiento se motoriza en un enojo del actor por el papel de la China en la crisis de Wanda y Mauro.