La tristeza por la muerte de Silvina Luna a sus 43 años, y luego de un calvario tras operarse con Aníbal Lotocki, conmovió a todos los que la conocieron. Entre ellas, Soledad Silveyra, la conductora de aquella edición de Gran Hermano en la que Luna se hizo famosa.
El campeón del reality fue Roberto Parra, pero Silvina se ganó el cariño del público y quedó en contacto con Solita, quien la recordó con profundo amor el día de su fallecimiento, el 31 de agosto, en diálogo con Socios del espectáculo, donde contó detalles desconocidos del lazo que tenían.
"Era tan simpática, tan buena, tan amorosa y muy querida por la gente. Ella tenía un ángel impresionante en el programa y para el espectador. Fue una angustia porque no lo esperaba, cuando me lo dijeron quedé todo el día golpeada", dijo Silveyra, angustiada.
“Yo estaba segura que Silvina salía. Le había mandado un video cuando estuvo internada y la verdad que me mató porque no se puede creer”, siguió la actriz en El Trece, en referencia al mensaje de apoyo que le hizo llegar a inicios de julio, cuando se pedía cadena de oración por ella.
LA CHARLA DE SILVINA LUNA CON SOLITA SILVEYRA
En este contexto, Soledad rememoró una de sus charlas con la actriz, quien en los últimos años se había recibido de coach y estaba muy orientada a la vida espiritual. En esa búsqueda por la sanación, Luna viajaba mucho y su camino un día llamó la atención de Solita.
"Yo una vez me comuniqué porque ella se había ido a Jamaica, que estaba haciendo un retiro espiritual, yoga y algo con el budismo. En ese momento yo la llamé porque estaba dispuesta a irme con ella. El lugar era divino, se veía mucha paz", comentó.
“Silvina querida, aquí todos elevando nuestras plegarias al universo para que mejores. Me emocionó muchísimo cuando Gustavo Conti salió a pedir por vos, para que todos tuviéramos una oración… 26 años y mis 'valientes' siguen juntos", le había dicho Soledad a la ex GH en su video de julio.
Y en el día de la muerte de la actriz rosarina, la artista volvió a volcarse en sus redes con una sentida despedida: "Mi niña querida, los ángeles te esperan para sanarte todo el dolor. Todo mi amor".
