El reciente despido de Marcelo, el chofer de Mirtha Legrand, dio de que especular sobre las razones detrás de esta desvinculación laboral tras más de 30 años de servicio. En una entrevista reciente, se han revelado varios detalles que podrían haber influido en esta decisión, y aunque la situación no está completamente clara, algunos puntos clave empiezan a tomar forma.
De acuerdo con una fuente cercana a la familia Legrand, el motivo principal del despido de Marcelo podría estar relacionado con una cantidad significativa de infracciones de tránsito en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires. Este dato surgió a partir de un incidente durante un viaje reciente de Mirtha a Mar del Plata, en el cual Marcelo explicó que el retraso en la ruta se debió a que decidió conducir a una velocidad más baja de la permitida (80 km/h) debido a las quejas de Mirtha sobre las multas.
Este incidente revela un primer indicio de tensión entre Mirtha y su chofer, pues parece que las quejas sobre las infracciones de tránsito ya venían siendo un tema recurrente. Sin embargo, este no sería el único factor detrás de la desvinculación.
Marcelo, según informan fuentes cercanas, trabajaba en condiciones extremadamente demandantes. A pesar de que su salario era de 600.000 a 700.000 pesos mensuales, las horas que dedicaba al trabajo no correspondían a las condiciones legales que estipula la ley laboral. A menudo trabajaba más de 12 horas seguidas y no gozaba del tiempo de descanso mínimo de 36 horas, un derecho que la ley garantiza a todos los empleados.
EL DESPIDO DEL CHOFER DE MIRTHA LEGRAND:
Este es un punto crucial en la discusión, ya que el trabajo de chofer de Mirtha no se limitaba solo al transporte; también cumplía funciones adicionales como el asistente personal de la familia. A menudo estaba disponible para el trabajo durante toda la semana, desde el domingo hasta el domingo siguiente. La carga horaria, unida a la falta de compensación por horas extras, generó un conflicto que, según algunas fuentes, fue uno de los factores determinantes en su despido.
En el contexto laboral, también surgieron rumores sobre una posible relación tensa entre Marcelo y Mirtha. Fuentes indican que Mirtha se quejaba de los malos modos y el mal humor de Marcelo durante algunos momentos. Esto, sumado al agotamiento de tantos años trabajando juntos, podría haber generado un distanciamiento.
Es importante resaltar que Marcelo no quiso hablar públicamente sobre los detalles de su despido. Según su declaración, ya no veía viable una conversación directa con Mirtha y su familia, por lo que decidió involucrar a sus abogados en el proceso de desvinculación laboral.
Otro aspecto que emerge en el caso es la participación de la familia de Mirtha, en particular de su nieto, en las decisiones económicas que afectaron el trabajo de Marcelo. Se menciona que las finanzas de Mirtha están gestionadas por su familia, lo que podría haber influido en la decisión de no reconocer ciertas demandas laborales, como el pago de horas extras o ajustes salariales.
