Mariana Esposito empezó su carrera artística siendo muy pequeña y bajo el ala de Cris Morena. Así, tras protagonizar varias exitosas tiras juveniles la actriz y cantante saltó a la fama y a la popularidad convirtiéndose en una de las figuras más importantes e influyentes de nuestro país.
Pero si bien es conocida mundialmente como Lali lo cierto es que es otro el nombre que figura en su DNI y como la llamaron desde que nació tanto su familia como círculo íntimo. Sin dudas, eso fue un tema a tratar, disociar y asimilar para la intérprete de Disciplina.
Invitado al programa de Andy Kusnetzoff en Urbana Play, y en plena gira de promoción de su nuevo corte musical, la cantante habló y reflexionó sobre el hecho de haber tenido la necesidad de separar su marca artística de su verdadera identidad. “Siento que ya pasé esa rareza con el personaje”, lanzó.
Y siguió: “Fue hace un tiempo atrás. Ya. No lo siento. Ahora conviví de la mano y ya sé quién es ella. Sé exactamente quién soy yo, principalmente. Años atrás si me hice la pregunta de cuál era yo. Pero porque tiene que ver netamente con una vida de muy pequeña disociándome de alguna manera”.
DOBLE IDENTIDAD
“Disociandome de ese éxito que se vivía con una novela de Cris. Cómo convivía eso con la hermana menor de tres hermano, en una casa en Parque Patricios, con gente con otra vida y otros laburos. Yo empecé a entender que había algo ahí que era distinto. Que era raro”, sumó Lali.
Finalmente, la actriz y cantante remató: “Estaba buenismo peor también tenía cosas psicológicas que trabajar. Y creo que en mi principio de los 20 empecé a hacer esas diferenciaciones. Dije ‘para. Todo bien con Lali, es divina le pone huevos al laburos, soy ella, pero Mariana estaba comida. Si estuviera Rolon me caga a trompadas”.
