Definitivamente convertida en el gran símbolo argentino de estos tiempos, Lali Espósito sigue con su ritmo arrasador en España, donde también empieza a ser una figura de primer nivel. En Madrid, la morocha de Parque Patricios celebró su cumpleaños 31 con un fiestón de aquellos.
Lali se juntó con sus conocidos en un boliche y "la rompió" bailando y tarareando como cualquier muchacha en un baile de amigos cada canción que se escuchaba entre luces fluorescentes y penumbras. Y en el medio de la diversión y el jolgorio a pata suelta llegó el momento de recibir una grata sorpresa.
A las 12 en punto, el momento en el que el domingo 9 le daba paso al lunes 10 de octubre, el día que celebra su aniversario, Lali vio como un par de integrantes de "su comitiva" se acercaron con una torta que tenía un número "3" y un número "1" y un par de bengalas encendidas. La noche se iluminó mientras ella se movía para un lado y para el otro.
Lali llevaba puesto un vestido de una pieza de un color que navegó entre el púrpura y el fucsia y en sus piernas se puso un par de botas negras de taco importante. Se dejó suelto el pelo negro y con una especie peinado muy sencillo, sin grandes pretensiones. Sencilla, se las ingenió para ser "la reina" de la velada y el centro de atención de todos.
Cuano vio la torta, hubo un detalle que a Lali no le pasó inadvertido: el número. Es decir, su edad. Lo que sueltos eran un inocente 3 y un simpático 1 , "juntitos los dos juntitos" formaban un "31" que para muchos puede ser una gran edad y un momento de lisa y llana juventud, pero a ella le sonó a "mucho".
Mientras bailaba y "cantaba" la canción que sonaba ese momento, Lali miró a sus acompañantes y les hizo un pedido enérgico, pero no encontró respuesta a su clamor: "¡Sacale el número, sacale el número!" gritó la cantante una y otra vez. Pero no hubo caso: la cifra siguió allí, casi como un reflejo de lo que sucede en la vida. Allí también, por más que se intente, es imposible quitarse años.
Lali ha pegado fuerte en España. Su participación en El Hormiguero, el programa de mayor audiencia de la madre patria -algo así como Showmatch en sus mejores momentos- tiene cada vez más aceptación y ha despertado una suerte de furor por lo que dice y por cómo lo dice. "Pues ella no podía nacer en otra fecha. Por su personalidad, su carisma, su talento y su don de gente, le sienta perfecto el 10 del 10" aseguró un medio de aquel país. A miles y miles de kilómetros, coincidimos. Y agregamos, además: ¡Lali es un 10, y además es nuestra!