Los lazos familiares de Wanda Nara con sus padres conforman hoy un escenario caracterizado por el contrapunto. Con su madre, Nora Colosino, la rubia se lleva bárbaro. Mantiene un contacto fluido e inclusive con frecuencia es común verla recibiéndola en alguna de las mansiones que habita en Europa.
La considera un huésped de honor, la trata como una reina por el simple hecho de ser quien la trajo al mundo y, además, por haberla apoyado en todas sus decisiones. Con su padre, Andres Nara, la situación es distinta. Wanda nunca se bancó que no la acompañara en su determinación de cortar su relación con Maxi López y rápidamente ponerse de novia con Mauro Icardi.
Ni tampoco que don Nara anduviera a los besos públicamente con mujeres mucho más jóvenes que él para “hacerlas famosas”, tras separarse de la madre de sus hijas. Estas diferencias edificaron un contexto de distancia, al punto de que actualmente prácticamente ya no hay diálogo entre ambos.
Andrés habló recientemente y dejó en claro que tampoco tiene contacto con Icardi, papá de sus nietas Isabella y Francesca: “Estos chicos están un poco mareados por la situación que viven. Por la fama, el dinero, y están temerosos de todas las personas que se les acercan, para mimarlos o simplemente quererles hablar ¿Cómo es mi vínculo con Mauro? Distinto al que tenía como Maxi. A él me gustaría conocerlo y charlar, no tengo ningún problema, pero como si fuese un muchacho común y corriente”, opinó.
¿Qué responderá Wanda? Se sabe, la rubia es casi una especialista a la hora de salir al cruce de testimonios que la posicionan como la mala de la película. Aparte, al golpe de vista se nota que ya no la desvela la posibilidad de reconciliarse con su papá. ¿Se viene el contraataque?