María Vázquez disfruta de una historia de amor poderosa, con más de veinticinco años en pareja con Adolfo Cambiaso, el polista más importante de la historia del país. Fruto de ese sentimiento único, la modelo y el deportista crían a tres hijos.
La familia vive en un campo exclusivo en Cañuelas, donde disponen de todo, y más, para transitar por una cotidianidad lujosa, confortable y alejada del ruido de la gran ciudad. Un espacio en consonancia con la profesión de Adolfo.
En las últimas horas, María decidió publicar en su Instagram una serie de fotos de sus rincones favoritos de esa propiedad fastuosa. Así, la famosa abrió las puertas de su intimidad a sus seguidores y permitió corroborar el estilo de una decoración impresionante.
Claro que más allá de todos los detalles del interior, la casa se caracteriza por la conexión con el exterior, pero no se trata de un jardín amplio, sino que una extensión kilométrica de césped, de árboles, de caballeriza, de piscina y plantas y flores.
En lo que respecta a los ambientes, en todos aparece una mixtura entre lo campestre y una inspiración “Western USA”, como las grandes estancias del país norteamericano. Así se destacan muebles antiguos restaurados, alfombras de piel de vaca, alacenas blancas y una paleta de grises.
En lo referido al living, sobresale una escalera de madera en curva, que lleva al primer piso. Muchos colores en armonía entre nudes, marrones y beiges y muchos sillones. Además, de enormes espejos, lámparas de pie, veladores modernos que combinan con el amoblamiento antiguo.
En ese sueño total, la cocina se erige en un enclave perfecto, con una isla gigante, que dispone de una grifería ultra moderna, en el centro. Además de unos azulejos subway en tono acero y una mesada interminable. Mientras que la mesa de todos los días posee un estilo rústico, con seis puestos para los comensales con respaldo de mimbre. Y como si fuese poco, una araña de hierro y candelabros.
A la hora de recibir visitas, en la comodidad del interior, el hogar presenta un living con sillones tapizados en cuero color suela. También, María posicionó dos sofás con un respaldo alto y en tonalidad natural. Además de un televisor gigante, apoyado en un mueble de mil cajones, que suena a ser rescatado. Y otra araña antigua con velones.
A la hora de ingresar al dormitorio, que se encuentra en la planta alta, Vázquez optó por una variopinta gama de colores grises y algunos toques en blanco y negro. La cama sobresale con un respaldar increíble, en cuero y una alfombra vacuna.