El intempestivo arribo del Covid-19 provocó muchas dificultades, miles de personas que se contagiaron de esta enfermedad y un viraje en los hábitos de los ciudadanos. Por fuera de esas consecuencias negativas, el aislamiento posibilitó la apertura de los famosos, que para mantenerse comunicados saltaron con mucha vehemencia a las redes.
Justamente, las plataformas digitales se erigieron en ventanas para que muchos usuarios conocieran la intimidad de los hogares. Marley se constituye en una de las celebridades más activas, sobre todo desde el aterrizaje a su vida de Mirko.
Desde el nacimiento de su chiquito, su enorme casa se convirtió en un búnker colorido, repleto de juguetes, sonajeros, autitos y detalles infantiles. Y si hay alguien que juega con su chiquito es Marley.
Durante los días en cuarentena social, preventiva y obligatoria el conductor hace de todo con Mirko: cocinan, cortan flores del jardín y arman arreglos florales, hacen huevos de pascuas y entrenan saltando a la soga.
Marley y Mirko habitan una impresionante casa de dos plantas, con enormes ventanales. En ella abunda la madera, un material noble que otorga carácter, pero también calidez. Las amplias puertas ventanas conectan la cocina y el living con el enorme jardín, donde está la piscina.
El conductor ha contado en varias oportunidades que la decoración del hogar quedó en segundo plano porque prioriza la comodidad del niño para que deje sus juguetes a mano.
La mansión se encuentra en la zona norte del Gran Buenos Aires. Dentro de sus comodidades se destacan varias habitaciones, gimnasio, un parque enorme con diversos juegos para Mirko, un spa y hasta una sala de mini cine.
Con las diferentes publicaciones del conductor de Telefé se permite observar y contemplar la belleza de esta propiedad, que está sumergida en la energía maravillosa de un niño muy activo y divertido.