El aislamiento social preventivo y obligatorio estalló para toda la sociedad argentina. Así como, explotaron las críticas a Marcelo Tinelli, que unas horas antes del discurso del presidente voló a Esquel, para recluirse en la fastuosa mansión que posee a orillas de un lago.
El conductor de Bailando por un sueño se transformó en tendencia en las redes sociales y en los medios de comunicación. Viviana Canosa y Jorge Rial expusieron sus reproches a la decisión de trasladarse y lo consideraron poco empático con el resto de los argentinos que deben acatar la obligatoriedad de recluirse en los hogares.
En definitiva, Marcelo ya se instaló en tierras de la provincia de Chubut junto a toda su familia. La mansión se llama Campo Trafipán, se encuentra pegada a un hermoso espejo de agua y rodeada de bosque, a 25 kilómetros de Esquel.
La propiedad que adquirió Tinelli en 1999 dispone con todas las comodidades imaginadas, y por imaginar, que la transforman en un oasis. En ese espacio suele vacacionar, descansar y hasta pasar varias fiestas el presidente de San Lorenzo.
La casa se estructura con seis pisos, más de ochocientos cincuenta metros cuadrados, y entre sus recovecos tiene un sauna, una vinoteca, una capilla, terraza, pileta climatizada y techada, muelle privado y cuatro cocheras.
Para evitar estar aislados del mundo, el caserón posee televisión satelital, un proveedor propio de internet y energía solar. Dentro de esa propiedad abundan las comodidades para entretenerse, pasarla bien y divertirse entre familia. Un lugar ideal, soñado, con un paisaje de ensueño, que se transforma en la mejor opción para atravesar la cuarentena.
Los amenities son tan numerosos que hay un anexo para los caseros que también puede recibir huéspedes, donde disponen de conexión satelital y brinda muchas utilidades.
Mientras le llueven las críticas, Marcelo disfruta de un lugar mágico.