Gonzalo Heredia y Brenda Gandini caminan juntos a la par desde hace más de una década. El amor brotó mágicamente y los unió en un proyecto de vida, en un horizonte mancomunado que se regó de felicidad con la llegada de sus dos hijos, Alfonsina y Eloy.
En la intimidad, los actores idearon su morada, su nido de amor con toda su impronta. Nada está elegido al azar, cada ambiente, cada rincón posee un argumento basado en una necesidad de los integrantes de la familia y en el buen gusto para la decoración.
Gonzalo y Brenda residen en un barrio cerrado de zona norte, en una propiedad de dimensiones muy generosas, repleta de espacios maravillosos y un jardín suculento. Ahí se mudaron tras un episodio de inseguridad que sufrieron en su anterior casa en Munro.
Heredia ama la literatura, ya ha escrito libros, por eso brillan las estanterías repletas de volúmenes de toda índole. Así como un cuarto específico para esa labor, la de sentarse delante de una vintage Remington para darle rienda suelta a las teclas.
El living se erige en uno de los ambientes predilectos de Gandini y Gonzalo, porque la mayoría de sus posteos tienen como escenografía ese espacio fantástico, en el que luce una pared de ladrillo a la vista y los sillones gigantes y mullidos, donde se entregan a retozar y jugar.
En cuanto a la pieza matrimonial, la gran vedette es el empapelado, por su originalidad, con esas formas geométricas que le aportan un toque de distinción. Así como ese respaldar en tonalidad arena muy coqueto y cálido.