La historia de crisis matrimonial profunda entre Zaira Nara y Jakob Von Plessen llenó cientos de páginas, porque la hermana de Wanda Nara se encargó de aportar indicios muy poderosos de una ruptura, como esos posteos infinitos en soledad en un departamento lujoso en Núñez.
Durante semanas se especuló por la ausencia de declaraciones que desmintieran la teoría de una separación, así como la morocha tampoco envió mensajes contundentes, ni en las redes sociales ni en las entrevistas a las que se prestó en ese periodo.
A pesar de todas las especulaciones, y esa sensación que se instaló de un viaje a Europa para visitar a su hermana Wanda y llevar a cabo una travesía solo de mujeres, Zaira armó las valijas, cargó todos los petates y se cruzó el océano con sus hijos Malaika y Viggo y también su marido Jakob.
En primer punto de itinerario se centró en una pequeña travesía por Milán, donde los niños de la morocha disfrutaron del contacto con los primos y sobre todo con la tutela o cuidado de la madre de la modelo, la inefable Nora Colosimo.
Claro que en pos de solidificar la pareja, Zaira y Jakob continuaron unos kilómetros más para zambullirse de lleno en las beldades fascinantes de Grecia. Sí, en ese país europeo se encuentran en este momento los dos componentes de un matrimonio que captó la atención de miles en los últimos meses.
Para estos días románticos, con un entorno paradisíaco como las tierras de la isla Santorini, Nara contó con la colaboración de su hermana y su madre, que se quedaron en Italia al cuidado de los niños, así consiguieron un tiempito de intimidad.
Zaira aprovechó todos los paisajes para jugar a pleno con una de sus principales virtudes, que es posar para la cámara. Así, en su perfil de Instagram pululan decenas de imágenes de la morocha y apenas una en la que aparece Von Plessen, que alcanzó para desbaratar todas las teorías de complicaciones en el matrimonio.