En medio de escenas de profundo dolor y con las medidas restrictivas impuestas por el coronavirus impidiendo un acompañamiento más numeroso, Florencia Peña despidió los restos de su papá, Julio, fallecido el lunes por la mañana tras pelear dos años contra un cáncer, en un cementerio privado de Pilar.
Florencia llegó al camposanto junto a su pareja, Ramiro Ponce de León. Visiblemente emocionada, permaneció todo el tiempo al lado de su mamá, Norma, que fue a darle el último adiós a su compañero de toda la vida. El cuadro lo completó Belén, la hermana de Florencia, que también estaba con su marido.
Debido al aislamiento social obligatorio impuesto por el gobierno a causa de la pandemia de coronavirus, solo pueden asistir a este tipo de ceremonias los familiares más directos. En este caso, la viuda y sus hijas. Amigos y familiares de segundo o tercer orden no pueden concurrir. Quedó a la vista de inmediato: Florencia ni siquiera llevó a sus hijos.
El verde intenso del cementerio Memorial de Pilar contrastó con ese pequeño grupo de gente, que parecía aun más chiquito en el inmenso parque del establecimiento, absolutamente desolado. Eran ellos cinco, y nadie más, en varios kilómetros a la redonda. La mañana era soleada, pero bastante fresca, una sensación acentuada en ese paisaje más rural que urbano.
“Quedate tranquilo, viejo, que a mamá la vamos a cuidar mucho. Ella va a estar bien, siempre con nosotros, así como vos hubieras querido”: Florencia escribió eso el lunes, cuando anunció la muerte de su papá. Hoy empezó a cumplir. Ella y su hermana prácticamente no se despegaron de la madre, quien era la más afectada.
Fue el único momento en el que dejaron de lado las sugerencias de los sanitaristas y no tuvieron más remedio que “olvidar” la “sana distancia” de dos metros, pues debieron sostener y abrazar repetidamente a doña Norma. Tras el responso y el traslado del cuerpo hasta su última morada, la imagen se repitió: Flor y Belén fueron el apoyo de su mama para llegar hasta el vehículo que los llevó de salida.
Julio Peña tenía 75 años, y en 2018 fue diagnosticado con un cáncer terminal. “Te dieron tres meses, pero por tu lucha al final fueron dos años”, posteó la actriz, orgullosa de su padre. Hoy eso se les notó a los cinco: orgullo, respeto, cariño, amor y compañía. Indudablemente, Julio les dejó un gran recuerdo.
FOTOS Y VIDEOS: CARLOS GONZALEZ
