Al igual que el todos los participantes, Ernesto Cirilo Ayala, más conocido como “el Gaucho”, entró a Cuestión de Peso desesperado y con el objetivo de encontrar ayuda profesional para bajar de peso, sentirse contenido y, de paso, dar a conocer su historia en la televisión.
Los últimos años fueron muy duros para este hombre de 39 años que fue sumando kilos con el tiempo hasta sentirse completamente superado por su situación de salud. Pero Ernesto no siempre padeció del sobrepeso que le dificulta el día a día y le complica, por ejemplo, jugar con su hijita.
Años atrás, el Gaucho lucía una imagen mucho más estilizada, y así se lo recordaron desde la producción al mostrarle una selección de fotos de distintos momentos de su juventud que lo hicieron romper en lágrimas y clamar por ayuda al equipo del Dr. Cormillot. “Por favor, ayúdenme. Ojalá vuelva a ser así”, pidió Ernesto.
Emocionado al ver su anterior versión, Ernesto comentó: “Yo no fui gordo de chico. De hecho, yo les hacía bullying a los chicos en la escuela”. Pero nueve años atrás empezó su escalada hasta superar los 190 kilos. “Ahí empecé a aumentar entre 12,15, o 10 kilos por año”. “No quiero estar más así. Ayúdenme, por favor”, rogó.
CÓMO ERA LA DIETA DE ERNESTO ANTES DE ENTRAR A CUESTIÓN DE PESO
Al momento de presentarse, Ernesto el gaucho abrió las puertas de su hogar y permitió que las cámaras de Cuestión de peso registraran una comida típica de su rutina. “Estas cosas son las que me están llevando a mi al infierno, al mismo infierno, comer así”, dijo.
Y el participante reconoció: “Es tan rica la comida, me devoro todo”. Y luego pormenorizó la dieta que consumía: “Salamín cordobés, mortadelita, queso Mar del Plata y pan de campo. Lo hicimos esta mañana, yo hago todo acá en casa. Pero es la perdición”.
